La exploración de la identidad
es más común en la adolescencia, este es el momento en el que experimentamos
muchas cosas que se agregan a nuestra personalidad como adultos; crecer es algo
inevitable por lo que no tener esa exploración los adultos corren riesgo de
encontrarse a sí mismos sin una identidad elegida conscientemente.
Muchos investigadores se
debaten en la manera que una crisis de identidad puede ser resuelta, sin
embargo como grande es el debate como la cantidad de acciones que se pueden
tomar para resolverlo. Así que la pregunta es ¿Cómo lo resuelvo? No te asustes,
pues si hay acciones que puedes tomar por ti mismo para ayudarte a resolverlo.
1 Explora tu identidad y revisa tu vida.
Si crees que jamás has
explorado tu identidad, nunca es tarde.
·
Piensa en las cualidades y características que
te definen como la persona que eres hoy en día. Puedes preguntarte, ¿Qué es lo
más importante para ti? ¿Quién o qué influencio en tu esos principios?
·
Evalúa si esas cualidades y valores han cambiado
o han sido constantes, si consideras que ha habido un cambio, examina porque
ocurrió.
·
Escúchate a ti mismo, y busca comprender lo que
te está sucediendo. Una vez hecho eso, puedes explorar esos aspectos de tu
vida que te disgustan o no te satisface y generar acciones que te pueden
acercar a aquello que te gustaría hacer, que te hace realmente feliz.
2. Determina lo que te motiva. ¡Nunca es tarde para replantear tus
objetivos!
La crisis de identidad puede
colocarte en un punto de quiebre que te hace perder el norte o la claridad
acerca de lo que quieres en la vida. Puede ser un buen momento para
reevaluar tus metas y objetivos personales y plantearte unos nuevos que sean
más motivadores y le den sentido a tu nueva realidad.
Piensa en ¿Por qué te rodeas
con las personas con las que elegiste estar? ¿Para bien o para mal? ¿Por qué
has tomado algunas de tus decisiones? Pregúntate con honestidad si fuera de
estas motivaciones en tu red de afecto, existen otras.
3. Asume un sentido de oportunidad ante la crisis, ¡ábrete al cambio!
La crisis puede darte la
posibilidad de aprender de ti mismo, descubrir tus capacidades y conocer nuevas
maneras de actuar que antes no habías contemplado.
Son también oportunidades para
evolucionar, desarrollarte y seguir creciendo como persona.
Todos estamos de acuerdo
acerca de que los cambios pueden ser devastadores para muchas personas, así
como las nuevas oportunidades que nos hacen elegir entre muchos aspectos de
nuestra vida y muchas personas ven esos
cambios como una llamada de atención para hacer cosas diferentes o para dejar
de aplazar los objetivos.
Debes permitirte hacer un
proceso de autodescubrimiento, averigua qué es lo que más quieres en la vida y
encuentra una forma de cumplir esa meta. Anticipa que la experiencia y llegar a
la meta te hará más sabio y no te distanciara de quién eres.
Esta es una gran oportunidad
de examinar tus intereses. Piensa en
cómo pasas tu tiempo libre. ¿En qué intereses o pasatiempos usas más tiempo o
energía? ¿Por qué esos intereses son importantes para ti? ¿Te han definido
desde que eras joven o son recientes?
4. Fluye con los cambios. Es hora de visualizar tu mejor versión de ti
mismo.
Acepta que los cambios forman
parte de la vida. Al oponerte a ellos, solo lograrás estancarte y quedarte
atrapado en esa realidad que te oprime Además, se recomienda que cuando
acontezca un cambio lo más importante es que nos adaptemos a él en lugar de
resistirse pues cuando fluyes con los cambios, puedes encontrar nuevas opciones
y nuevos caminos que te conduzcan al lugar en el que deseas estar.
Todos alguna vez hemos pensado
como seríamos en determinadas circunstancias o si hubiésemos tomado una
elección distinta. Una manera de sentirte más seguro y confiado es practicando
la visualización de la mejor versión de ti mismo en el futuro. ¿Cómo hacer eso?
·
Toma unos minutos libres para realizar un
ejercicio de visualización.
·
Imagina tu vida en un futuro cercano centrándote
en aspectos específicos del ahora.
·
Escribe los detalles de lo que imaginaste y piensa
como llevar a cabo esa visión, usa esa imagen visual cuando te sientas
confundido.
Realiza cosas que te apasionen.
Tener algo que te apasione puede hacerte sentir más satisfecho. ¿Pero
qué haces cuando sientes que nada te apasiona? La vida está llena de
posibilidades, por tanto tenemos un gran mundo lleno de muchas cosas que
podemos llevar a cabo.
5. Busca tu crecimiento personal: Cree en ti mismo.
Sin importar donde encuentres
aquellas cosas que te hacen feliz, ve tras las cosas importantes para ti. Para
salir de la crisis de identidad y encontrar tu camino debes confiar
en ti mismo, en tus capacidades y cualidades esto implica también la aceptación
total de ti mismo para poder avanzar.
6. Esfuérzate por lograr lo que quieres.
No importa lo que hagas, si
trabajas duro habrá ganancias y lograras completar tus metas a futuro y ser
aquella persona que deseas ser.
Si no te sientes satisfecho
con tu carrera actual, busca la forma de hacer algo diferente. Algunas carreras
podrían requerir educación adicional o capacitación, mientras que otras pueden
ser accesibles con tu educación y experiencia actual.
7. Vive el presente
Es en el presente donde puedes
hacer cosas que te lleven al espacio en el que deseas estar. Allí puedes
moverte, relacionarte con personas que te apoyen y enriquezcan tu existencia.
Solo en el presente será posible dar respuesta a la crisis de identidad que
experimentas. Atravesar una crisis de identidad no tiene que ser un acto
en solitario, apóyate en otros, en quienes confías y te aprecian.
Y si sientes que la crisis te
desborda, que todas las estrategias que has implementado no han funcionado,
busca ayuda profesional que te brinde la orientación necesaria.
Para tener una crisis de
identidad no es necesario tener alguna edad en especial o que haya acontecido
algo grave, puede ocurrir en cualquier momento de tu vida y por muchísimas
causas por lo que si te sientes perdido o confundido sobre lo que haces en tu
vida en estos momentos esperamos que estos consejos te ayuden a salir adelante.
Recuerda que superar una
crisis de identidad en ocasiones no es una tarea fácil y requiere de tiempo,
paciencia e incluso esfuerzo. Lo más importante es que percibamos esta crisis
de identidad como una oportunidad pues son oportunidades para evolucionar,
desarrollarte y seguir creciendo como persona así como para conocerte mejor y
darnos cuenta de todas las capacidades que poseemos.